HOMBRO

Artroscopia de Hombro

El concepto es el mismo que el que hemos explicado para la artroscopia de rodilla: consiste en la introducción del artroscopio en la articulación del hombro, de manera que podemos visualizar su interior a través del monitor de TV, permitiendo el diagnóstico y el tratamiento de diferentes patologías.

En la articulación del hombro podemos realizar la artroscopia en 2 localizaciones:

  • Gleno-Humeral:

    Es propiamente la articulación, donde se realiza el movimiento del hombro.

  • Sub-Acromial:

    Es un espacio que queda inmediatamente por encima de la articulación gleno-humeral, y es por donde pasan los tendones que permiten elevar el brazo.



La preparación para la intervención es la misma que para la artroscopia de rodilla: solicitud y revisión de las pruebas preoperatorias, el ayuno previo 6 horas antes de la intervención, e ingreso en el Hospital 2-3 horas antes de la intervención.

 

LA ARTROSCOPIA:  

El tipo de anestesia suele ser general, reforzada con un tipo de anestesia regional denominada Bloqueo Interescalénico: el Anestesiólogo, antes de proceder a la anestesia general, duerme la zona del hombro, y esta anestesia tiene un efecto de 12-18 horas, de manera que después de la operación el paciente no sufre ningún tipo de dolor. En pacientes en los que esté contraindicada la anestesia general, se puede efectuar solo este tipo de anestesia, pero requiere de un nivel muy alto de colaboración por parte del paciente durante la intervención.

Las patologías que se pueden tratar con la técnica de artroscopia de hombro se dividen según la localización anatómica donde hacemos la artroscopia:



ARTICULACIÓN GLENO-HUMERAL:  

• Luxación Recidivante del Hombro:

Cuando la articulación se descoloca diferentes veces (se luxa), los ligamentos que habitualmente la mantienen en su sitio quedan desprendidos del lugar donde se enganchan al hueso (la glena): es la llamada lesión de Bankart. Lo que hacemos es volver a fijar estos ligamentos en su lugar original, utilizando 2 o 3 implantes (material con el cual fijamos estos ligamentos, y que queda introducido en el interior del hueso).



• Patología del tendón del bíceps: de los 2 tendones del músculo bíceps del brazo, hay 1 que tiene el origen en el interior de la articulación, y que cuando hay una lesión en este nivel se denomina lesión de S.L.A.P. La reparación de esta lesión también se puede hacer por artroscopia.

• Cuerpos libres articulares: suelen tener el origen en las patologías degenerativas articulares, donde se desprenden fragmentos de cartílago de la articulación.

• Rigidez articular: El hombro es una articulación que ante determinados traumatismos o bien después de una intervención, el tejido que recubre esta articulación sufre un proceso de inflamación y se encoge: es la llamada capsulitis retráctil. Eso comporta una importante limitación de la movilidad del hombro. Inicialmente el tratamiento es médico y con rehabilitación, pero en fases más evolucionadas se realiza una artroscopia de hombro, y se recorta este tejido encogido, dando nuevamente movilidad a la articulación.



Visión del interior de la articulación glenohumeral.


ESPACIO SUB-ACROMIAL:  

Patología de los tendones del Maguito de los Rotadores: este es el nombre que recibe la estructura anatómica que formen 3 tendones (tendón del supraespinoso, tendón del infraespinoso y tendón del subescapular) a nivel del hombro, inmediatamente por encima de la cabeza del húmero, que es dónde se enganchan. Estos tendones son los responsables, juntamente con el músculo deltoideo, de la mayor parte de los movimientos del hombro, como, por ejemplo, levantar el brazo.

Estos tendones pueden sufrir diferentes patologías:

1- Un proceso inflamatorio denominado tendinitis, que puede ser causado por un traumatismo agudo, o bien por un proceso de compresión del hueso acromion sobre estos tendones: este proceso se llama “Impingement”.



  2- Estar rotos: desgarro o rotura tendinosa.


Ambas patologías se pueden tratar mediante la artroscopia.



Imagen de RMN y esquema de una rotura del tendón del supraespinoso.

Calcificaciones Tendinosas: Hay casos en los que aparecen calcificaciones dentro de los tendones, básicamente dentro del tendón del supraespinoso. Estas calcificaciones dan lugar a un proceso irritativo del tendón afectado, que provoca un importante dolor. Con la artroscopia se puede vaciar el contenido de calcio intratendinoso, desapareciendo de esta manera el dolor.

Afectación de la articulación Acromion-Clavicular: esta es la articulación formada por la clavícula y una parte de la escápula denominada acromion. Esta articulación tiene un pequeño movimiento, y si está afectada, por ejemplo por un proceso inflamatorio o degenerativo, provoca un importante dolor. Con la artroscopia de hombro podemos actuar sobre esta articulación, resecándola parcialmente, eliminando de esta manera el cuadro clínico.

Los RIESGOS de la artroscopia del hombro son:  

  • Riesgos Anestésicos:

    Se pueden presentar reacciones alérgicas a los medicamentos utilizados durante el procedimiento anestésico, problemas respiratorios, problemas cardiovasculares. Para evitar en gran medida estos tipos de complicaciones se solicitan previamente a la intervención las pruebas denominadas preoperatorio (como se ha comentado anteriormente).

  • Rigidez Articular:

    Puede ir desde un grado mínimo de limitación de los últimos grados de movilidad del hombro hasta un cuadro de auténtica rigidez articular.

  • Infección articular:

    Aunque el riesgo es muy bajo, cuando se presenta el protocolo de actuación será igual que en el caso de la rodilla: limpiezas quirúrgicas de la articulación combinadas con un tratamiento antibiótico endovenoso.

  • Recidiva de las patologías tratadas:

    Por ejemplo, el hombro tratado de luxación recidivante se puede volver a luxar (por otro traumatismo), o el tendón del supraespinoso que se ha suturado se puede volver a romper.

PERÍODO POSTOPERATORIO:  

El período de ingreso en el Hospital después de la intervención suele ser de 24 horas. En las patologías articulares y en las que no hay rotura tendinosa, el brazo queda inmovilizado con una charpa simple. Por el contrario, en les roturas del manguito tratadas con sutura, se coloca una inmovilización que separa el brazo del cuerpo unos 30º, para de este modo dejar la sutura destensada y disminuir el riesgo de re-rotura.

En todos los casos, a los pocos días de la operación se inicia la pauta de movilización pasiva del hombro: se trata de mover el brazo sin que los tendones hagan fuerza. Esto puede hacerse con los denominados ejercicios pendulares, y ayudando a mover el brazo afecto con el brazo contralateral, siendo éste el que haga la fuerza.

A las 4 semanas de la intervención, el brazo afectado inicia la pauta de movilidad activa: ya se inician los movimientos de fuerza. En las suturas tendinosas, estos movimientos no se realizan hasta las 6-8 semanas.



A partir de los 3 meses, los pacientes inician su actividad normal, y es a partir de los 4-6 meses que ya se puede practicar cualquier tipo de deporte, como los deportes de contacto.